la calidad en los tiempos del covid19
Mayo 13, 2020
Por calidad se entiende un conjunto de características de un producto o servicio que satisface las necesidades del cliente. Es una característica inherente a un producto o servicio cuyo efecto en la satisfacción se mide.
Para poder llegar a los parámetros de calidad que se esperan en cada producto/servicio, se deben tener en cuenta los siguientes aspectos:
El aspecto técnico: que se circunscribe a los aspectos de diseño, requerimientos concretos/matemáticos y similares.
El aspecto monetario: cuyo análisis permite saber si se llegará a la calidad deseada considerando el costo.
El aspecto humano: en el cual los libros de texto suelen incluir sólo al cliente y a la empresa.
Es el aspecto humano el que queremos considerar en este comentario, ya que el más olvidado en la ecuación del negocio suele ser el empleado. Y es tan olvidado que muchas veces los empresarios se han preguntado si vale la pena capacitarlos, darles un lugar adecuado y/o "gastar por ellos". A la pregunta de qué hacer si "los capacitamos y se van?", la respuesta obvia es "y si no los capacitás... y se quedan?"
A la pregunta de qué hacer si "los capacitamos y se van?", la respuesta obvia es "y si no los capacitás... y se quedan?"
Pero más allá de lo lógico de las inversiones en capacitación y en ambiente apto para el trabajo, considerando el aspecto de salud que nos aqueja este primer semestre del 2020, es mucho más importante hacer hincapié en la salud del personal.
Independientemente a los EPPs, las empresas deben implementar prácticas y protocolos que les permitan minimizar riesgos a la vez que siguen produciendo. Afortunadamente el sector alimenticio es lo suficientemente necesario para permitirse no parar, inclusive ante una crisis. Sin embargo, se deben tener en cuenta las siguientes consideraciones:
Se han puesto en marcha protocolos adecuados al producto, que impidan tanto la contaminación del mismo como la del personal que lo manipula?
Se ha capacitado con énfasis en este aspecto a todos los involucrados en estos procesos?
Estos protocolos: cumplen con las normas de bioseguridad y calidad alimentaria? No olvidar que al manejar alimentos, la base de la calidad apunta a la inocuidad!
Se han señalado aspectos sensibles, como los alergenos?
Se ha actualizado el aspecto de los peligros/evaluación de riesgos?
Si el resultado de este análisis ha sido positivo, se basan los protocolos en el mismo? Se aprobaron las nuevas cláusulas? Se ha comunicado a los responsables y a los interesados?
El programa de recall está al día?
Estas son mínimamente las preguntas que debemos de hacernos al querer mantener la calidad y la salubridad de nuestros colaboradores en tiempos del COVID. Y por supuesto, los demás aspectos que la experiencia de cada uno pueda entregar.
Perdón maestro Gabo.